Diversos estudios internacionales han demostrado que la música permite reactivar zonas del cerebro apagadas por la enfermedad de Parkinson. En concreto, las investigaciones han revelado mejoras significativas en las personas que escuchan música con frecuencia y que repiten sus estructuras mentalmente mientras desarrollan una actividad motora.
De hecho, el estudio Cantando por el placer de hacerlo, cantando por la esperanza, cantando por la cura, elaborado por la Escuela de Enfermería de la Universidad de Massachusetts Amherst, en Newbury, Massachusetts (Estados Unidos), la música y el canto mejoran la vida de las personas con enfermedad de Parkinson.
En la misma línea, el estudio ¿Cómo crea ritmos el cerebro, elaborado por el departamento de Neurología de la Universidad Semmelweis de Budapest, ha hallado indicios de una importante relación entre la musicoterapia y una posible mejora de esta dolencia.
Por esta razón, la Federación Española de Parkinson y UCB Iberia han organizado, en el marco del Día Mundial del Parkinson, un ensayo general del musical Sonrisas y Lágrimas protagonizado por los actores de la obra, afectados y cuidadores.
En la actualidad, existen estudios que muestran que las actividades relacionadas con la música, como cantar, bailar o simplemente escucharla, podrían representar, junto con el tratamiento farmacológico adecuado, una opción válida de refuerzo terapéutico en personas con Parkinson. De esta forma, se trataría de lograr una mejoría en el bienestar global del paciente mediante el uso de terapias complementarias, como el ejercicio físico, hablar o una terapia musical activa, ha comentado el director médico asociado del Área Terapéutica de Sistema Nervioso Central de UCB Iberia, Javier Alcázar.
*estudiantes.elpais.com
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